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miércoles, 26 de noviembre de 2014

Proceso de Aprendizaje


El  proceso de aprendizaje es complejo y la memoria interviene como protagonista. Para potenciar la memoria debemos conocer su funcionamiento y usarlo a nuestro favor. Para estimular la memoria de los niños hay que mejorar cómo estudian participando en el aprendizaje y memorizar con técnicas para que estudien manera eficaz y eficiente. El cerebro está constantemente codificando nuevas memorias y accediendo a recuerdos. Usamos nuestra memoria para realizar actividades como calcular distancias, andar en bicicleta, conversar sobre lo que realizamos el día anterior, al estar expuestos a un escenario nuevo, leer un libro o voluntariamente cuando queremos memorizar algo. La memoria tiene tres niveles o compartimentos: la memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.

1.  La memoria sensorial es por donde entran todos los estímulos que nos rodean. Esta memoria se activa de manera inconsciente y puede enviar información directamente a la memoria a corto plazo, donde pasa a ser información consciente, o puede pasar a la memoria a largo plazo donde se mantendría inconsciente.
2.   La memoria a corto plazo es equiparable a aquella información de la cual somos conscientes aquí y ahora. Lo que define qué entra y qué no entra en la memoria a corto plazo es la atención. Todo lo que pasa por la memoria a corto plazo va a nuestra memoria a largo plazo, pero a pesar de ello muchas veces no recordamos cosas que hemos aprendido o leído consciente mente. Esto se puede deber a dos motivos: no haber codificado bien la información o no poder acceder a esta memoria.
3.   La memoria a largo plazo contiene toda la información sobre todos los estímulos a los que estamos expuestos. Está compuesta por todas nuestras memorias, seamos conscientes de ellas o no.

Durante los primeros años de en el colegio  la memoria funciona en una especie de piloto automático donde estos procesos se realizan sin mayor voluntad. A partir de los 6 años de edad, los niños empiezan voluntariamente a querer codificar un recuerdo o acceder a una memoria especifica en términos de estudios. A partir de los 6 años, la currícula escolar empieza a requerir que los alumnos tengan conocimientos previos de conceptos y eventos para potenciar el aprendizaje. Se empieza a requerir un mayor uso de la memorización para poder seguir avanzando en el aprendizaje. Así, empieza a hacer falta que poco a poco los niños vayan aprendiendo a codificar memorias de Corto Plazo en la Memoria a Largo Plazo.

 

Trucos para potenciar la memoria de los niños

1. Antes de memorizar algohace falta prestar atención. La cantidad y calidad de atención que le dedicamos a un estímulo, determina lo correcta y rápidamente que lo recordamos. Por este motivo, es importante que a la hora de estudiar no haya muchos elementos que distraigan y que no se intente hacer más de una actividad a la vez. Para lograrlo, es importante que nuestros hijos tengan un espacio específicamente para sus estudios. Este espacio debe ser libre de todo objeto que no sea específicamente relevante a lo que se está estudiando. Un estudio realizado en 2011 publicado por el y el Dr. Eimer, encontró que aquellas personas que intentan activamente escuchar música mientras estudian, tardan más en aprender y codifican información muchas veces no relevante, ignorando piezas importantes a aprender.
2. Para optimizar la memoriaes mejor dividir las sesiones de estudio en temas o unidades en vez de intentar estudiarlo todo de una sola sentada. Si se pretende lograr la retención de información a largo plazo, hace falta dividir los periodos de estudio en espacios de tiempo. La mejor manera de lograr que nuestros hijos recuerden lo estudiado en cada unidad es tener un momento después de cada sesión de estudios para recordar aquello que han estudiado.
3.  Para sacar el máximo rendimiento a la memoria es importante dormir proporciona una condición óptima para la consolidación de memorias. No solo es un momento en el que hay menos estímulos y el cerebro puede almacenar mejor aquello que se ha estudiado, sino que también es el momento en el que el cerebro integra aquello que se ha estudiado con aquello que se sabe. Mientras dormimos, nuestras memorias se estabilizan en nuestro almacén de memoria a largo plazo. Cuanto más estables sean nuestras memorias, más fácil es acceder a ellas posteriormente, más fácil va a ser enviarlas del almacén de memoria a largo plazo a la memoria de corto plazo. Asegurándonos que nuestros hijos duerman bien, nos aseguramos que aquello que han estudiado va a ser recordado posteriormente. Por otra parte durante las horas de sueño, nuestro cerebro fortalece aquella información relevante e importante y activamente olvida aquella información irrelevante.
4. La memoria se optimiza con la participación activa en el propio aprendizaje. Según el Dr. Kornell y su equipo de investigadores, realizaron un estudio muy interesante donde demostraron que aquellas personas que participan activamente en lo que aprenden, recuerdan mejor lo aprendido. Es importante saber que aprendizaje y memorización no son lo mismo. El conocimiento no es entregado por el profesor ni los libros,  sino más bien es construido por el alumno. Impulsar a nuestros hijos a pensar más sobre lo que estudian, realizar lecturas complementarias o preguntar sobre lo que no entienden son maneras de potenciar la codificación de memorias así como también el acceso a las mismas.

Lic. María A. Sorrentino
Fonoaudióloga



martes, 25 de noviembre de 2014

Plasticidad Neuronal


¿Qué sucede con la plasticidad del cerebro adulto?, ¿son modificables las estructuras cerebrales?
 Se sabe que existen periodos críticos que dependen de la explosión de las conexiones neuronales y que decaen durante la vida, sin embargo, nunca es demasiado tarde para que un cerebro aprenda trucos nuevos, la memoria en individuos pre seniles puede, con la ayuda de entrenamiento, ser rejuvenecida, pues sus estudios demuestran que la plasticidad no tiene límites, ya que si bien ciertas área de la corteza, por ejemplo el área de Broca, son destruidas por un ataque cerebro vascular o un tumor cerebral, el paciente tiene la probabilidad de recuperar la función una vez que se traslada de los circuitos afectados por otros que pueden haber tenido otras capacidades.      
       Algo importante tanto como la neurogénesis, es la relación  directa con el incremento de la actividad mental y el ejercicio físico, lo cual sugiere que las personas podrían reducir el riesgo de enfermedades neuronales y con ello ayudar a la reparación de los procesos cerebrales eligiendo retos mentales y una vida activa físicamente,  por lo que la mayoría de las investigaciones apuntan que la estimulación ambiental es parte importante, demostrando que el ambiente puede afectar la estructura cerebral, lo cual abre la posibilidad de que los diseños arquitectónicos  modifiquen las casas, las oficinas y las escuelas para que estas se encaminen a ambientes más enriquecidos que procuren el mejor funcionamiento cognitivo.
  Pero ¿qué ocurre en cerebros que sufren alguna lesión?, la investigación actual indica que la plasticidad existe, durante el desarrollo pre y pos natal, se reconoce la existencia de periodos críticos para que ello ocurra, sin embargo, una vez que se establecen las conexiones sinápticas y estas se rompen o se deterioran, el patrón de reorganización cortical en la recuperación funcional de las diversas capacidades no es la misma, a pesar de que los mecanismos básicos de plasticidad son compartidos por toda la corteza.
 Sin embargo, existen peculiaridades en los patrones de recuperación dependiendo del tipo de lesión que  se produzca, encontrando principalmente las siguientes modalidades: lesiones motoras, lingüísticas, sensoriales, neuropsicológicas.
Con respecto a la recuperación de una lesión de tipo motor, se sabe que la estructura de la corteza cerebral está cambiando continuamente en respuesta al entrenamiento.
Estudios realizados en personas con hemiplejía central, demuestran que  la recuperación funcional a través de la rehabilitación, produce mecanismos de plasticidad que difieren dependiendo de la cronología de la lesión. 
Cuando la lesión requiere de un tiempo mayor para la recuperación y por ende tratamiento a más largo plazo, se generan cambios permanentes en la corteza cerebral. En la mayoría de los casos aparecen nuevas vías motoras que arrancan de la corteza motora del hemisferio sano y se dirigen de forma contraria al  lado afectado, de forma que tiene lugar la recuperación funcional del lado afectado. 
Con respecto a la recuperación lingüística, los estudios que aportan datos sobre las áreas correspondientes al lenguaje y su configuración en un momento determinado del desarrollo,  han permitido comprender cada vez mejor la función del lenguaje y su comportamiento tras una lesión. 
En este sentido se sabe que los niños a los  4 años de edad tienen muy bien localizada la representación del lenguaje, en el hemisferio izquierdo, en la mayoría de los casos, prácticamente igual que en el adulto. Sin embargo, dichos estudios han encontrado evidencia de que la corteza cerebral involucrada en las funciones lingüísticas también es sensible a la experiencia, de forma que los centros  relacionados con los procesos de lenguaje no son estables en el tiempo, y se expanden o contraen dependiendo de la experiencia, ya que se aprenden nuevas palabras o se dejan de emplear otras a lo largo de la vida.

De este modo, como resultado de la plasticidad cerebral que sucede tras lesiones acontecidas en etapas tempranas, se ha encontrado en diversos estudios, un aumento en la activación de las regiones pre frontal, frontal inferior y parietal inferior, para el lenguaje expresivo, y regiones temporales inferior, temporal frontal y temporal superior, para el lenguaje receptivo. Probablemente, estas estructuras corresponden a la zona responsable de las funciones relacionadas con el lenguaje en etapas precoces, que con la maduración y complejidad creciente de las conexiones neuronales, por lo que éstas quedan libres dependiendo del tipo de tareas, pero conservan de forma latente esta capacidad, para retoman su función en caso de lesiones posteriores a su desarrollo.

 Lic.  María A. Sorrentino
 Fonoaudióloga